“Fue apasionante, pero no un placer” de Pedro Arrojo
Este libro es interesante por 3 razones: la primera es porque cuenta de primera mano cómo funciona el Congreso de los Diputados, a partir de las vivencias desde el Hemiciclo del que fue diputado en dos legislaturas muy intensas de la historia política reciente; la segunda es porque no solamente es una rendición de cuentas del trabajo parlamentario, sino que también es una crítica al funcionamiento de PODEMOS desde su Grupo Parlamentario en el Congreso y también su relación con la dirección del partido; y la tercera es que en el libro hay reflexiones y propuestas políticas “para proyectar ese futuro que debemos reconstruir” y que pivota sobre cuestiones tan importantes como la defensa del medio ambiente y la vida en nuestros pueblos, dos de los ejes que Pedro Arrojo defiende con pasión y que yo comparto: ecologismo y ruralidad.
El prólogo de Carlos Adán y Sandra Blasco tiene también su interés, porque son personas de otra generación, que desde su afinidad al proyecto político y al autor, analizan el libro y lanzan el anhelo: “¡No dejemos escapar esta oportunidad!”.
Como el propio título anticipa, la experiencia de Pedro Arrojo como diputado ha tenido su utilidad y también sus frustraciones.
Con respecto al momento político desde sus vivencias institucionales, Pedro reconoce el soplo de aire fresco que metió PODEMOS en los parlamentos, con mucha gente corriente haciendo política, con límites de sueldos y sin pedir créditos a los bancos. También los enormes pasos dados hasta la conformación de un Gobierno de coalición en España y todo el esfuerzo colectivo frente a los continuos vetos parlamentarios del PP y Ciudadanos, las repeticiones electorales, el voto del PSOE para que siguiera el PP, la moción de censura a Rajoy y los acuerdos entre muchos partidos diferentes, en un contexto político polarizado, insultón y emponzoñado por la corrupción.
También nos rinde cuentas de su trabajo, en los primeros meses compartida en las plazas y centros vecinales de Zaragoza y de su barrio, Torrero, y ahora en este libro: sus aportaciones hacia la Ley de Transición Energética frente al Cambio Climático, la celebración del Foro por la Nueva Cultura del Agua o el Acuerdo Social del Agua, como hitos más relevantes de un intenso trabajo parlamentario que se detalla en el libro.
Pedro cuenta sin paños calientes muchas de las circunstancias que le han desilusionado en estos años de las XI y XII Legislaturas en el Congreso (entre 2016 y 2019), recordando reuniones, conversaciones y acontecimientos. Pedro apunta varios nudos importantes por los que PODEMOS, como herramienta del cambio, no ha sabido explorar todo el potencial de los movimientos sociales y el 15M en cuanto a formas de participación política: el centralismo, el deficiente modelo organizativo, actitudes autoritarias, la pésima gestión de los conflictos internos, las listas plancha, la invisibilidad parlamentaria de temas de fondo, la mala comunicación con la dirección del partido, las luchas de poder hacia ese “Juego de Tronos”, la arrogancia, el mesianismo, el culto a la personalidad y la marginación territorial son, quizás, los nudos más relevantes y desarrollados en el libro y que han llevado a que muchas personas dejen el proyecto o vean en PODEMOS un partido más.
Quizás a alguna persona le sorprenda algunas de las cosas que cuenta Pedro, algunas de cuales hemos compartido. Agradezco que las veces que aparezco en el libro forman parte de la realidad que hemos vivido y de la descripción de Pedro, poliédrica e incompleta, de unos apasionados años políticos que nos ha tocado vivir en primera línea y como protagonistas. Algún día supongo que yo también compartiré mis vivencias.
Es importante y quiero destacar las propuestas que hace Pedro hacia el futuro. Empezando por una feminización de la política, entendida como una escucha activa y diálogo continuo con la sociedad civil, una política que predique con el ejemplo, empezando por la resolución no violenta, dialogante y mediadora de los conflictos que surgen en los procesos colectivos, así como el cultivo de “la humildad y la perseverancia, más allá de la ventana de oportunidad”. También propone Pedro la celebración de debates reconstituyente en una “estrategia para tejer mayorías sociales del cambio”, que nos permita ampliar el foco hacia el largo plazo y con más profundidad y “superando el inmediatismo tacticista”, hacia un horizonte de construcción federal del estado, o incluso confederal junto a nuestros hermanos portugueses, desde propuestas concretas, que cuestionen, por ejemplo, el crecimiento económico. Propuesta que en Aragón aún detalla más, hacia una “confluencia aragonesa, bajo esa perspectiva confederal”. Y, sobre todo, Pedro insiste en aprender de los errores cometidos para “construir y tejer ilusión” para “fortalecer la vitalidad democrática de la sociedad” frente a la abstención, la desafección política y el auge de la extrema derecha.
Creo que este libro ayuda en esta dirección y por eso recomiendo su lectura.