George Brassens: felicidad, belleza y anarquía

¿Quién simboliza la felicidad? En 1977 un 67% de los lectores del semanario L’Express eligieron de una lista de personajes públicos a George Brassens.

En 2021 no podía pasar por alto esta efeméride: se cumplen 100 años del nacimiento de George Brassens y 40 de su muerte. Brassens es imprescindible para comprender la canción protesta del siglo XX, la música comprometida y la capacidad de algunas personas de trasmitir con su voz y su guitarra un sinfín de rebeldías, historias y esperanzas.

Brassens fue artista y filósofo, cantante y poeta, de familia obrera y humilde, militante anarquista y antifascista, admirado y versioneado por todo el mundo.

Con motivo de su centenario se han editado varias publicaciones, de las cuales yo os reseño dos, mientras disfruto escuchando los vinilos y grabaciones que tengo en casa de Brassens. Nórdica Libros presentó hace unos meses un compendio de canciones y poemas de Brassens, ilustrados por Emilio Urberuaga y traducidos por María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego. En la selección que han escogido encuentro algunas de los temas que más me gustan de Brassens, como Mourir pour les idées, Auprès de mon arbre, Le parapluie o La mauvaise réputation. No están todas mis favoritas, pero sí algunas. Además de las sugerentes ilustraciones y de la cuidada edición, con tapa dura, la aportación principal del volumen es que los textos están traducidos, en castellano y francés. Ideal para quienes estéis estudiando la lengua de Brassens.

El segundo libro que he leído son los “Escritos libertarios” que ha editado Pepitas de Calabaza por primera vez en español. Son textos que escribió un joven Brassens, de 25 años, en la resistencia contra los nazis, y firmados con seudónimos como Geo Cédille o Gilles Colin en Le Libertarie, el órgano de la Federación Anarquista, y en el boletín de la CNT de Francia. Son textos cortos que van directos a la crítica social, llenos de ira y con bastante ironía, firmes en sus convicciones contra la religión y el afán por el dinero, contra la represión policial y militar, contra los jueces y los estalinistas, contra el orden establecido, con vehemencia y contundencia, en defensa de la autonomía y la libertad del individuo, como destaca Diego Luis Sanromán en el prólogo. Pero, ojo, no confundamos los valores libertarios de Brassens, con los de los neoliberales de hoy.

¡Gracias a mi hermana por tan preciosos regalos por mi cumpleaños! ¡Sabéis lo que me gusta!

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