“La supervivencia de los más ricos” de Douglas Rushoff

“Cuanto más rico es el milmillonario, mayor es su miedo y más espectaculares las contramedidas que adopta”.

Mis amigos Jota y Marisa me regalaron por mi cumpleaños este libro, después de haberlo leído ambos. Y ahora yo os lo recomiendo a vosotros. En 222 páginas, editadas por Capitán Swing, este intelectual de New York les da un repaso a Elon Musk y compañía en su disparatada obsesión de huir de nosotros cuando el mundo se ponga rematadamente feo.

“No entienden realmente lo que está ocurriendo ni saben qué se puede hacer al respecto”.

Porque si alguien cree en el mito de que las élites del planeta están pensando en cómo acabar con las injusticias y mejorar la vida, está muy equivocado. Tampoco están diseñando las soluciones tecnológicas para salvaguardar los elementos elementales para unas vidas dignas. Aunque nos vendan en su publicidad un futuro de inventos mágicos para resolver los problemas más graves a los que nos enfrentamos, de eso hay poco o nada. En lo que los súper ricos están a tope es en salvar sus culos cuando vengan mal dadas. Su obsesión es “ganar suficiente dinero para aislarse del daño que están causando ellos mismos al ganar dinero de ese modo”.

“Para corregir los males del capitalismo, la industria y la tecnología pretenden hacerlo justamente con más capitalismo, industria y tecnología”.

Y esto, que cualquiera con dos dedos de frente intuye, lo confirma quien firma este libro y en primera persona, porque ha sido invitado a diversos foros exclusivos para multimillonarios tecnológicos, en los que tratan de perfeccionar sus sueños húmedos para escapar de nosotros.

“Hablan como si su éxito en la construcción de monopolios empresariales y mundos virtuales interactivos les diera derecho a ser los grandes planificadores del destino de la humanidad”.

Spoiler: Todos los grandiosos planes de los amos del mundo son incompletos, en algunos casos, y rocambolescos en casi todos. “No hay escapatoria y no hay un después”. Si dejamos nuestras vidas en sus manos, vienen malos tiempos para la lírica. Así pues, la propuesta, una vez más, no os sorprenderá: una mayor conexión colectiva entre nosotros y con la naturaleza. “Dejar de apoyar a sus empresas y el modo de vida que estas promueven (…), hacer menos, consumir menos y viajar menos (…), comprar productos locales, participar en redes de ayuda mutua, apoyar a empresas cooperativas (…), leyes antimonopolio, regulación ambiental (…), actividad sindical (…), políticas fiscales”.

“No hay forma de escapar del prójimo”.

Llevo unos cuantos libros leídos (y reseñados en este blog) en los que personas diversas y expertas en distintos ámbitos, confluyen en las mismas propuestas: salir de las lógicas unidireccionales de más crecimiento y más negocio para esta élite y construir una sociedad circular que no dependa del crecimiento, sino del bienestar de la comunidad, con principios regenerativos, apoyo muto y cooperación. En eso estamos.