“La Abuela Margarita, mágica y cósmica” de Amparo Sánchez y Pablo Kalaka

Margarita Núñez (La Abuela Margarita) y Amparo Sánchez (Amparanoia) vivieron un vínculo muy especial en los últimos años de vida de La Abuela, hasta que su cuerpo nos dijo adios el 25 de enero de 2021. En este libro Amparo nos abre su corazón y comparte esa intensa relación que le marcó profundamente. Durante este tiempo, se fraguó la grabación y publicación del disco de La Abuela Margarita y del libro que tengo entre las manos y que ahora Amparo presenta y, así, difunde la palabra de La Abuela. En el libro también descubrimos el proceso de gestación de obras artísticas, que tienen su miga. 

 

Editado por la argentina Ecoval, el libro cuenta con las preciosas ilustraciones del artista Pablo Kalaka, que llena de colores y texturas el imaginario colectivo y la espiritualidad mágica que impregna sus páginas.

 

La Abuela Margarita, mujer mexicana de Guadalajara, recorrió el mundo con mensajes sobre el poder de las mujeres, la pertenencia a los 4 elementos y la eternidad del Gran Espíritu en cada uno de nosotros, cantos de amor y alegría que ayudaban a superar miedos y dificultades, a ser conscientes de una vida que merece la pena ser vivida con intensidad. 

 

Este es un libro musical, que se recomienda leer mientras escuchas las canciones del disco “Corazón de niña” de La Abuela Margarita, para impregnarte mejor de la idiosincrasia de la cultura espiritual maya. En conjunto, Amparo rinde a través de este libro un tributo a La Abuela Margarita que puede servir de acicate para toda la humanidad. 

 

En 2008 tuve la suerte de visitar las comunidades indígenas zapatistas en Chiapas (México). De ahí, además de la cosmovisión del mundo y du su capacidad gigante de resistencia y construcción de alternativas al capitalismo, nos trajimos también dos guitarras hechas a mano por el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional). Una era para el Comanda Cucaracha, grupo aragonés que publicó una canción dedicada a la lucha zapatista. La otra, era para Amparo Sánchez. Esa fue la razón por la que unos días después de nuestro regreso nos citamos en Zaragoza y la conocimos. Con la excusa de la entrega de la guitarra, iniciamos una amistad y conocimos a su familia. Hoy aquel niño Mario ya es un joven veinteañero y le acompaña y trabaja en sus bolos y presentaciones. La música sigue, como la palabra y la vida, con sus avatares y buenos ratos. Que la magia cósmica de La Abuela Margarita nos acompañe. 

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