Una PAC para unos pueblos vivos y con futuro
Nacho Escartín Lasierra, agricultor ecológico, diputado en las Cortes y SG de Podemos Aragón.
Estamos ante un año crucial para el futuro del sector primario y el mundo rural. La Política Agraria Común es esencial para el sostenimiento de la agricultura y la ganadería social, familiar, sostenible y ligada al territorio que defendemos. En el actual debate sobre la PAC, desde Podemos defendemos las oportunidades para nuestros pueblos.
El Gobierno del PP, con la ministra Tejerina al frente, nos dejó un escenario de negociación caótico. No hay una propuesta de país ni acuerdos con las Comunidades Autónomas para forjar una posición común. No hay un documento junto a las organizaciones agrarias ni con las redes de desarrollo rural ni con otros agentes relevantes. Ni siquiera compareció en el Congreso para mostrar su postura.
Ante este percal, hace unos días nos reunimos en Aragón decenas de representantes políticos de Podemos en las 17 Comunidades Autónomas, en una jornada en la que participaron jóvenes agricultores y experimentados expertos en la PAC, representantes de organizaciones agrarias, ecologistas y vecinos de diversos pueblos aragoneses. Allí acordamos un Manifiesto por una “Política Agraria Común fuerte y coherente”.
Desde Podemos nos oponemos a la reducción presupuestaria que plantea la Comisión Europea, que implicaría recortes de un 3,5% en ayudas directas y un 15% en Desarrollo Rural. Queremos una PAC fuerte y rechazamos cualquier descenso en el presupuesto.
Una PAC coherente pasa por definir Planes estratégicos, un marco de referencia claro en toda la Unión Europea, que luego puedan desarrollarse en Planes Nacionales. La unidad de mercado interior es importante para impedir la competencia desleal entre territorios, que genera desigualdades entre agricultores de distintas regiones y países. Esto lo sabemos bien en Teruel, donde la PAC actual incumple los objetivos marcados y se basa en el injusto mantenimiento de los fondos generados históricamente en cada territorio.
La nueva PAC debe ser una política generadora de oportunidades y no una política generadora de injusticias. Con nuestra propuesta aspiramos a apoyar el oficio más bonito y digno del mundo, a impulsar a quienes trabajan la tierra y al modelo de agricultura familiar que genere empleos de calidad y fomente prácticas agrarias rentables, sostenibles y que responda a los retos del cambio climático.
Consideramos que las ayudas directas, hoy por hoy, son imprescindibles para mantener las explotaciones. Tienen que llegar a los agricultores “genuinos”, a quienes se sustentan mayoritariamente de los ingresos agrarios y a los que trabajan la tierra, aunque la compatibilicen con otras actividades profesionales. No puede ser que cada año más de 250 millones en ayudas caigan en manos de 60 ricos españoles que no agachan el lomo en el campo. Debemos acabar con el principal lastre de la PAC, los derechos históricos, que patrimonializan las ayudas y generan desigualdades.
Las ayudas directas deben vincularse a la renta agraria y condicionarse a la actividad productiva. Deben favorecer el relevo generacional para incorporar a jóvenes y a mujeres al sector. Deben establecerse límites máximos a las ayudas directas a 60.000 euros al año y redistribuir las ayudas hacia pequeñas explotaciones agropecuarias, con criterios territoriales y sectoriales.
Respecto al Desarrollo Rural, necesitamos una política europea que mejore las vidas de quienes habitamos los pueblos. Para lo cual es preciso integrar el conjunto de los Fondos Estructurales y Fondos de Cohesión en Programas de Desarrollo Rural diseñados y elaborados de forma participativa, garantizando que su ejecución y seguimiento están supervisados por las organizaciones y personas implicadas. En cuanto a la cofinanciación, desde Podemos defendemos que hay que restituir el reparto y que ponga una mitad la Administración del Estado y la otra mitad las Comunidades Autónomas.
Desde hace años vemos como la enorme volatilidad de los precios y la liberalización comercial por todo el planeta amenaza la estabilidad y dificulta vivir de nuestro trabajo con precios justos y rentas dignas. Por ello hay que abordar el reto de la regulación de mercados. Solo así podremos anticiparnos a las crisis, cada vez más frecuentes en sectores como la leche, la fruta de hueso o las hortalizas, entre otros, e impulsar medidas permanentes de gestión de la oferta y la demanda. Desde Podemos defendemos a los agricultores y no vamos a renunciar, como hace el PP o Ciudadanos, a la posibilidad de controlar un mercado libre que está desbocado y amenaza la viabilidad de nuestras explotaciones.
Por aquí van las propuestas de Podemos para la PAC, la madre de las políticas en la UE. Plasmada en documentos más amplios, acordados para todas las Comunidades Autónomas, públicos para quien quiera, y que defendemos en todos los espacios donde intervenimos, en los campos y en los parlamentos. No decimos esto en Teruel y en Jaén lo contrario, como hacen otros.