«Impar» de Andar de Nones

Mi amigo Gejo es el coordinador artístico de Andar de Nones y este libro es una muestra de lo que han creado en el taller situado en La Harinera de Zaragoza en los últimos 8 años. Andar de Nones es una iniciativa de TEAdir-Aragón, asociación de familias y amigos de personas con autismo, que ha logrado conformar un colectivo de artistas con diversidad psíquica, que demuestran una enorme capacidad creativa y merecen un mayor apoyo institucional, profesional y artístico. 

Gejo me propuso hace unos meses aportar en la financiación colectiva del libro y ya lo tengo entre mis manos. Para empezar, una hoja suelta nada más abrirlo me lleva al Manifiesto Impar, a modo de presentación, una cuartilla en la que este grupo zaragozano se presenta al mundo y reivindica “nuestro derecho a crear cultura”. ¡Y vaya si lo consiguen! 

Con el diseño gráfico de Isidro Ferrer, los textos de Graciela García Muñoz, la dirección editorial de Grassa Toro y la colaboración de decenas de micromecenas, este libro es una maravilla, porque las obras en él mostradas lo son. En la parte escrita, Graciela nos acerca al concepto “impar”, al “art brut” y a la experiencia creativa en el taller de Andar de Nones. También hace interesantes aportaciones en su interpretación de las obras de las diversas artistas, que en sus creaciones plasman sus símbolos, agujeros, iconos, ojos, corazones, rostros, laberintos y abstracciones. 

Con vocación universal, los textos aparecen traducidos al francés y al inglés. Porque Ana Moros de la Fuente, Beatriz López Matute, Borja Bolea Delgado, Carlos Gutiérrez Ibañes, David Delgado Cabrejas, Enol Blanco Puga, Fernando del Vale, Javier García Roco, Mª Dolores Tijero Escobar, Luis Arceiz Gonzalo, Mª Pila Rey Martín, Manuel Cereza Turmo, Martín Giménez Laborda, Nuria Asenjo Larrosa, Samanta Carolina Gómez Morales, Sandra Buisán García, Silvia Roche Pastora y Yahdih Brahim Abdala, (quédense con estos nombres) están llamados a tener el reconocimiento artístico y social que merecen por sus obras. 

Ahora que el Ayuntamiento de Zaragoza del PP ha acabado con el espacio de cultura comunitaria Harinera, me sumo a la reivindicación de “integrar colecciones de arte institucionales y encontrar vías profesionales que reconozcan nuestra capacidad profesional”. Sea como sea y pese a tanto, los y las “Nones” seguirán pintando.