Hoy cumplo 2 años como Secretario General de PODEMOS Aragón
Hace justo 2 años fui elegido Secretario General de Podemos Aragón.
Hasta entonces, nunca había conocido un partido por dentro. Con todo lo que tiene. Llevaba 2 años de diputado en las Cortes de Aragón y quería estar en primera línea, aportar más, aragonesizar Podemos, abrir el espacio del cambio a más gente, incidir en el trabajo cercano, local, útil y concreto.
En estos 2 años nos hemos esforzado mucho. Es una tarea compleja la de Secretario General, toca coordinar mucho y también aprender a delegar, repartir juego y tomar decisiones cada día. Y nadie te enseña. Tienes que improvisar a cada instante, pensar cuál es tu rol y qué es lo que el grupo espera de ti y tú eres capaz de dar al grupo.
Como en la vida, acierto y me equivoco, en un equilibrio desigual según se mire. He tenido la oportunidad de llevar a Madrid la voz aragonesa, singular, de nuestra realidad política, social y territorial. En ese sentido, estoy contento. También hemos echado muchas horas y kilómetros para estar más presentes en nuestros pueblos, por pequeños que sean. Allí donde vas hay personas implicadas en su ecosistema. Esto ya lo sabía y ahora lo tengo tatuado: no somos cuatro gatos, somos muchas personas comprometidas. Pero nos falta mucha organización y autoestima para ser conscientes del enorme poder colectivo que atesoramos. En este Aragón nuestro, tan disperso y despoblado, nos queda mucho trabajo por delante para apoyar y empoderar a las buenas gentes que aún resisten en municipios pequeños, para conocernos y coordinarnos mejor, para caminar juntos y pelear de la mano.
El desequilibrio aragonés hace que Zaragoza y su área metropolitana sea especialmente compleja. Mucho más frenesí, movimiento y estrés. Aquí nos toca echar mucha más audacia, energía y sentido común, para reconducir los afectos, las alianzas y los procesos colectivos, para alcanzar metas más ambiciosas, que hagan de la principal ciudad de Aragón, un lugar en el que la vivienda, el trabajo, la salud y la educación estén garantizados para todas las personas, como en todas partes, ni más ni menos que en cualquier lugar del mundo.
En estos 2 años hemos conseguido muchas cosas. No tantas como nos gustaría. Pero sí las conseguimos. A veces somos tan críticos que no reconocemos los logros, que los hay. No tantos como nos gustaría. Hemos aprobado leyes importantes, que han dado más derechos a las personas (igualdad, LGTBi, autónomos, venta directa de alimentos….), hemos garantizado presupuestos para que haya más ayudas a jóvenes agricultores, que no se cierren escuelas rurales, que haya más convocatorias públicas para médicos y enfermeros, se ha subido el Salario Mínimo, hemos sacado a Rajoy de la Moncloa, el feminismo y el ecologismo son luchas potentísimas en las calles (y lo que nos queda)… y en el Gobierno de Aragón vamos a demostrar que se pueden tocar algunas teclas administrativas y políticas que mejoran las vidas de muchas personas.
A nivel personal, estoy aprendiendo mucho, muchísimo. Para mí está siendo un momento personal y político muy importante, que requiere de mucha reflexión y análisis. A veces siento que estoy siendo útil en la responsabilidad que ostento, a ratos pienso que no debería estar en este rol o en otros. Con lo que estoy entusiasmado es con mi implicación política, mi compromiso y ganas de trabajar y luchar por un mundo mejor. En lo más personal, estoy aprendiendo a trabajar en colectivo a distintos niveles, a ser más flexible, a escuchar, a pactar las decisiones y también a ejercer un liderazgo colectivo poliédrico.
De nuestras experiencias en diversos movimientos sociales, sumamos la apuesta institucional y ahora también los intríngulis del interior de un partido. Con todo ello, con las miserias humanas y también las grandes cosas, hemos de mejorar, de construir un mundo nuevo de amor y justicia. Desde el interior de cada quien, con honestidad, para dar al exterior nuestra mejor cara. Estoy seguro de que vienen días mejores. Complejos, sí, con enormes retos colectivos. Pero más fértiles.
Soy consciente de que no estamos en el mejor momento con el que soñamos. Y también que la historia no es lineal. Que hay que saber leer el momento y aprovechar las ventanas de oportunidad. Con paciencia y audacia, cuando toca. Con inteligencia y tesón. La constancia es una cualidad necesaria, las luchas como la vida son una carrera de fondo y, como decimos en Aragón, hay que mantenerse en tensión, con rasmia, y nunca reblar.
Las desigualdades están en nuestras vidas, en nuestros cuerpos, en nuestras casas, en nuestras familias, en nuestros trabajos, en nuestras calles, en nuestros pueblos y ciudades. Más allá de las injusticias, sabemos que no somos seres iguales. Tenemos diversas cualidades y capacidades. Cada quien debe encontrarse y, con valentía, actuar cuando toca para evitar sufrimientos y transformar la realidad. Da igual estar de Secretario General que de voluntario en una asociación, de diputado que de activista en un colectivo, de cooperativista o de consumidor. Cada quien hace su parte y los roles los intercambiamos según los momentos de cada quien.
Yo hace 2 años fui elegido Secretario General de Podemos Aragón y no me arrepiento. Ahora sé que corregiría algunos errores cometidos, que echaría más ganas y alegría en algunos aspectos que hemos dejado de lado… por eso hoy, ahora, toca reflexionar en colectivo, analizar el camino andado y, con autocrítica y crítica constructiva, evolucionar. En eso estamos.
Tengo claro que estoy de paso, que esto es temporal. Sigo llamándome agricultor ecológico, no reniego ni olvido mi proyecto laboral colectivo, porque no olvido mi empleo ni mi forma de vida. La política “profesional” es para un rato. Por ahora, sigo de Secretario General y mañana ya veremos. Lo decidiremos entre todas, como hacemos en Podemos. Entre tanto, espero seguir dando lo mejor de mí mismo, sin descuidar a mi gente que en tantas ocasiones he dejado de lado por entregarme en cuerpo y alma a la política. Eso también lo he aprendido. Y una cosa no quita la otra, si te organizas y sabes sacarle partido a las 24 horas del reloj, con todo lo que tiene la vida: compromiso, esfuerzo, entrega… y también placeres y alegrías.
Quiero acabar dándoos las gracias a las personas que aportáis alegría y compromiso. Gracias por intentar ser felices. Gracias por implicaros y arrimar el hombro. Gracias por aportar vuestro punto de vista. Gracias por ser, por estar, por hacer. Gracias por no perder la esperanza y la ilusión. Gracias por seguir demostrando que Sí Se Puede.
PD: Me ha salido este texto, de sopetón, como podría haberme salido otro. Espero haberte trasmitido lo que siento en este momento. Gracias.