“El sendero del yoga” de Madhava

“Lo que tiene que pasar tiene que pasar dentro de ti”.

Hace unos años, nos apuntamos a yoga como actividad “deportiva” en el pueblo. Buscábamos una práctica cotidiana para estirar el cuerpo, respirar mejor y aprender a relajarnos. Con nuestra profesora Miriam introdujimos el yoga en nuestra vida, cada vez con más conciencia y profundidad. Hemos establecido vínculos personales y hemos asistido a algunos encuentros y retiros de yoga para seguir aprendiendo y practicando. Nuestro actual maestro, Alejandro, me regaló este libro que he leído con atención e interés.

Madhava es fundador y maestro del Ashram Sanatana Dharma, escuela de yoga con sede en Zestoa (Euskadi) que hemos tenido el placer de conocer y disfrutar. Manuel Paz Macazaga es continuador de una tradición de yoga que se trasmite de personas maestras y discípulas desde hace miles de años. Y, a través de este libro, nos explica de forma sencilla el sendero del yoga, para desmontar algunos típicos tópicos y para acercarnos a un sistema de trabajo que busca integrar la práctica diaria del yoga en nuestra vida occidental a partir de la sabiduría oriental de donde se origina.

Os invito a comprar y leer este libro, porque me ha resultado muy accesible para conectar con la práctica del yoga, que podríamos definir como “la unión consciente con la esencia de uno mismo”, mediante energías universales y los medios de que dispongas. Aquí os ofrezco una síntesis somera.

Madhava comienza con la salud, porque es más fácil actuar cuando tienes tus capacidades sanas. Así, incide en una alimentación adecuada, una respiración adecuada (“lenta, suave y profunda”), un ejercicio adecuado (que fomente la elasticidad y la flexibilidad, para desbloquear el paso de la energía), un descanso adecuado (relajaciones y regeneración del organismo) y un pensamiento positivo (con aceptación y respeto).

A partir del cuerpo físico, nos describe otros cuerpos: emocional (deseos y apegos que mueven nuestra vida y es necesario calmar y equilibrar para alcanzar la felicidad y paz interior) y mental inferior (pensamientos y fantasías, que hay que controlar para desarrollar la imaginación y vivir el presente). Nuestra evolución pasa por aquietar la personalidad y orientar nuestros cuerpos hacia hábitos conscientes. Como nos suele decir nuestra maestra Miriam, no hace falta que te creas nada. Aunque yo te recomiendo que abras tu mente y te atrevas a cambiar unas cuantas cosas .

El cuerpo causal o alma humana va más allá y viene de vidas pasadas, de un conocimiento adquirido y unas experiencias que conviene comprender, para amarse a uno mismo y a los demás. Mediante la meditación se alcanza el sendero superior, para percibir el testigo. Cada quien debe construir y recorrer su propio camino. “Inspiración, intuición, revelación e iluminación” forman las fases superiores, vibraciones universales que comienzan en ti y en lo que te rodea y de lo eres parte.

“La debilidad, la cobardía y el miedo nacen del desequilibrio”. Y las prácticas de yoga te preparan para vivir mejor. Algo de lo que doy fe y me conecta con otras partes de mi vida, como la solidaridad, la generosidad, la ecología o la comunidad, el sentimiento de pertenencia a la naturaleza y a un todo universal que se expresa en cada una de nuestras células y que trasciende a lo que somos, porque es la esencia energética de la existencia.

“Conócete a ti mismo y conocerás el universo”.