«Malismo» de Mauro Entrialgo

Hace varias semanas que no publico una reseña literaria. ¡Y no será por falta de lecturas! Desde el verano he leído un número significativo de libros que me gustaría daros a conocer. Pero aún no he sacado el tiempo para escribir mis recomendaciones. A día de hoy, además, mi mesilla luce con una columna maja de libros que he empezado y que voy leyendo alternativamente. ¡Prometo publicar reseñas con más asiduidad!

En este caso “Malismo” de Mauro Entrialgo fue una recomendación de mi amigo Xcar. Editado por Capitán Swing y con 150 páginas, me interesaba especialmente este libro sobre un tema de plena actualidad: la ostentación pública de acciones malas y reprobables que, por contra, hoy recogen cierta aceptación social y réditos políticos o comerciales.

Mauro Entrialgo es humorista gráfico desde hace varias décadas. Muchos conoceréis a Herminio Bolaextra, su personaje más popular y con el que tantas veces nos hemos reído en el TMEO. Pues resulta que Entrialgo anuncia la muerte de su periodista gamberrete porque “la incorrección tiene ya poca gracia como broma, porque la incorrección ha sido asimilada por los poderosos y es ya una de sus armas recurrentes”.

Y así es. En este libro no hay soluciones a lo que está pasando en todo el mundo. Pero sí una constatación plasmada en un puñado variado de ejemplos recientes: las acciones malvadas proliferan, se autodifunden y recogen aplausos en distintos sectores populares. “La sociedad ha ido desarrollando en estos años gran tolerancia al discurso político sobrado y cada vez se necesitan disparates más sofisticados para captar atenciones”.

Los principales líderes ultras de las derechas practican perfectamente esa estrategia de “a ver quién la suelta más gorda” para recibir la atención mediática y en redes: Trump, Bolsonaro o Ayuso son notables ejemplos de sobras conocidos. No se trata de decir la verdad, pero tampoco solo de mentir. Se trata de quien dice la barbaridad más tremenda.

La antropóloga Eugenie Scott acuñó la ametralladora de falacias que se usan en algunos debates electorales (como el que protagonizaron Feijoo y Sánchez en la última campaña electoral) como “galope de Gish”. Del “Que se jodan” al “Que te vote Txapote” o “Me gusta la fruta”.

El malismo no se está presente solo en la política. Mauro Entrialgo muestra ejemplos concretos y recientes de malismo en redes sociales, en grupos de amigos, en la ficción, en algunas religiones y sectas, en ámbitos ultras y conspiranoicos, incluso en comunicación terrorista. El malismo no solo es la propaganda del mal, también es un intento de desactivar la bondad, la empatía y la solidaridad con las personas más débiles.

“En lugar de clasificar las manifestaciones en función de si son de izquierdas o de derechas, resulta preferible hacerlo entre aquellas que solicitan derechos para los ciudadanos y aquellas que exigen quitárselo a algunos de ellos”. Porque, lo que hay detrás de esto, en realidad es esto, es lo de siempre: el afán de unos pocos por vivir a costa y por encima de los demás. Os recomiendo este libro de Mauro Entrialgo, un posible regalo para estos días.