15M: Se hace camino al andar
Echo la vista atrás para describir todo lo recorrido. En aquel mayo de 2011 llenamos las plazas para mostrar una enorme crisis de representación política, que se suma a la terrible crisis económica. Zapatero da un giro de 180º, claudica a los poderes neoliberales y traiciona su propio programa. “No somos mercancía”, “Políticos y banqueros, nos roban los dineros”. La gente se pregunta quién manda aquí y grita “No nos representan”. Las políticas que se ponen en práctica no son las votadas ni las deseadas. Durante décadas hemos destacado en la práctica política en las calles, con enormes manifestaciones para exigir derechos y libertades. Y el 15M mostró la enorme distancia entre la gente corriente y los políticos profesionales, anclados en prácticas corruptas y privilegios indecentes, sometidos al dictado de los poderes invisibles, que nunca votamos y ni siquiera vemos en nuestros barrios y pueblos.
A corto plazo y como venía siendo habitual en las dinámicas democráticas, el partido en el banquillo sustituye al del gobierno. Llega Rajoy y constata su incapacidad para responder a las preferencias de la ciudadanía, con más políticas equivocadas que evidencian la quiebra política. Las élites cada vez tienen más, mientras la gran mayoría vive como puede, muy por debajo de sus posibilidades.
El régimen del bipartidismo sufre, sin embargo, un tambaleo inédito. La indignación al ciclo de recortes y privatizaciones de esta crisis-estafa evoluciona en multitud de propuestas diversas: alternativas económicas, centros sociales, nuevos medios de comunicación, Plataformas de Afectados por Hipotecas…
Podemos es otra de las respuestas a esta crisis de la representación. Nos enfrentamos a la corrupción de “los de arriba, la casta” desde el antagonismo de “los de abajo, la gente”. El asalto a los cielos se concreta en Ayuntamientos del cambio en grandes ciudades y en la política que impregna todas nuestras conversaciones.
Mientras, Europa se “lepeniza” con distintos partidos de corte populista-fascista. Se inventan el “macronismo”, encarnado aquí en Rivera y su “Podemos de derechas”, que trata de sustituir al PP para que nada cambie. En España la respuesta política a la crisis y los recortes señala un nuevo ciclo de tensión permanente entre el neoliberalismo, el centralismo, la corrupción y los recortes, por una parte, y las luchas por más derechos y libertades, más oportunidades para todos, mejores trabajos, repoblación de nuestro mundo rural, transición energética y nuevo modelo económico, por otro. Y en eso estamos.
La recuperación económica solo será real si llega a la gente corriente, en forma de mejores salarios, calidad del empleo y reparto de las faenas. Para lograrlo, cada vez más personas y organizaciones tenemos claro que es el momento de aunar luchas en frentes amplios que nos permitan ir más allá de las identidades particulares y los sectores en los que trabajamos para mejorar nuestra realidad. El feminismo ya es la punta de lanza del mundo que viene. Desde la Huelga del 8 de marzo la revolución de las mujeres se enreda con las movilizaciones de pensionistas, por la educación y la sanidad pública, de la España que se vacía (¡Teruel existe!), las luchas laborales y por los derechos y libertades amenazados.
Una nueva generación, de la que me siento parte, vive la política con un profundo sentido de la ética, aunque los poderes traten de asemejarnos a las élites corruptas que saquean y parasitan las instituciones. Nosotros limitamos nuestros sueldos, nuestros cargos, no pedimos dinero a bancos, las decisiones importantes las tomamos entre todos. Nadie dijo que fuera fácil. Somos conscientes de la enorme responsabilidad. Reivindico la alegría como actitud esperanzadora. Y la autocrítica para analizar los errores y reaccionar cuando erramos. Es el momento de poner en valor nuestra gestión en ciudades del cambio y nuestra labor en parlamentos como las Cortes de Aragón, con un sinfín de iniciativas que han mejorado la vida de la gente, pese a los evidentes límites a los cambio del gobierno del PSOE. A diferencia de Ciudadanos, que no ha aportado nada reseñable en 3 años, Podemos hemos trabajado en leyes frente a la emergencia social, la pobreza energética, para trabajadores autónomos, para favorecer la venta directa… y otras están en tramitación o por llegar. De aquí al 2019 seguimos trabajando con honestidad para criticar las políticas ineficaces de “los de siempre”, defender la educación y sanidad públicas, con propuestas realizables para recuperar derechos y asegurar oportunidades para todas las personas. Lo mejor está por llegar.
¡Sí se puede!